Ahora que se acerca la Navidad aprovecho para actualizar con una entrada de un fin de semana que pasé en Burgos en noviembre, cuando allí hacía el mismo -o más- frío que ahora aquí. No hay fotos de todas las comidas porque la emoción me despistó. Entre lo que falta, para potenciar vuestra imaginación gustativa: el mejor lechal al horno que he comido en mi vida y una comilona de las auténticas de horas y horas en una peña burgalesa.
Morcilla, ensaladilla y pimientos: los entrantes antes del lechal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario